¿Por qué el Bienestar tiene que ser Digital? Por Koncha Pinós para The Wellbeing Planet. Octubre, mes de la Salud Mental

¿Te has preguntado si no serás adicto al teléfono, te has visto consultándolo sin razón aparente, desplazándote sin rumbo por las redes sociales o, en general, pasando más tiempo en línea del que desearías? Aunque la tecnología es indudablemente reconocida como una fuerza para el bien, hay una creciente preocupación sobre el impacto negativo que su uso excesivo puede tener en nuestro bienestar. 

En un mundo donde la conectividad digital se ha convertido en una necesidad diaria, es fundamental ser conscientes de los riesgos y problemas potenciales que pueden surgir de esta dependencia. Desde la adicción digital hasta la erosión de nuestras relaciones interpersonales, el desafío radica en gestionar nuestro bienestar digital de manera efectiva, garantizando que la tecnología sirva a nuestras necesidades, en lugar de dictarlas.

El bienestar tiene que ser  digital  o no, y si es asi a que se refiere al equilibrio entre nuestro uso de la tecnología y sus efectos en nuestra salud mental, emocional y física. A medida que dependemos cada vez más de dispositivos digitales para la comunicación, el trabajo y el entretenimiento, surgen preguntas sobre los efectos a largo plazo en nuestro bienestar general.

Preocupaciones Clave:

  1. Impacto en la Salud Mental: El tiempo prolongado frente a la pantalla y el uso de redes sociales pueden contribuir a la ansiedad, la depresión y los sentimientos de aislamiento. Los estudios muestran una correlación entre el uso excesivo de la tecnología y problemas de salud mental, lo que lleva a la necesidad urgente de conciencia y estrategias para mitigar estos efectos.
  2. Atención y Concentración: La constante avalancha de notificaciones y la búsqueda de gratificación instantánea pueden obstaculizar nuestra capacidad para concentrarnos y comprometernos profundamente con las tareas. Esto afecta nuestra productividad y la calidad de nuestras interacciones.
  3. Alteración del Sueño: La luz azul emitida por las pantallas interfiere con nuestros ciclos naturales de sueño. La mala calidad del sueño puede tener un efecto cascada en nuestro estado de ánimo, función cognitiva y salud general.
  4. Preocupaciones de Salud Física: Los estilos de vida sedentarios, exacerbados por la tecnología, pueden conducir a varios problemas de salud, incluidos la obesidad y enfermedades cardiovasculares. Es esencial encontrar formas de incorporar el movimiento en nuestras rutinas digitales para mantener la salud física.
  5. Adicción Digital: El diseño de muchas aplicaciones y plataformas fomenta comportamientos adictivos, lo que hace que sea un desafío desconectar y priorizar las interacciones y actividades en la vida real.

La Necesidad del Bienestar Digital

A medida que nuestra dependencia de la tecnología crece, se vuelve crucial desarrollar una relación consciente con ella. El bienestar digital nos invita a:

  • Establecer Límites: Definir límites de tiempo de pantalla y crear zonas libres de tecnología puede fomentar hábitos más saludables.
  • Participar Consciente: Practicar la atención plena al usar tecnología ayuda a cultivar la conciencia y la intencionalidad en nuestras interacciones.
  • Promover el Equilibrio: Buscar un equilibrio entre las experiencias en línea y fuera de línea mejora nuestra calidad de vida general.
  • Aprovechar la Tecnología para el Bien: Utilizar aplicaciones y plataformas diseñadas para promover la salud mental, el bienestar y el autocuidado puede empoderarnos para aprovechar la tecnología de manera positiva.

En conclusión, aunque la tecnología ofrece innumerables beneficios, es vital permanecer alerta ante sus posibles desventajas. Al priorizar el bienestar digital, podemos cultivar una relación más saludable y equilibrada con la tecnología que enriquezca, en lugar de restar, a nuestro bienestar general, y sobre todo a preguntarnos, el bienestar tiene que ser sólo digital. Pensemos. 


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